Me gustaría cerrar esta Semana Tubular del 50° aniversario de nuestro Tubular Bells, con unas palabras dedicadas, a los que disfrutamos de esta música y a los que nos llaman raros (los denominados orejas de trapo).
Cuando algo nos hace tilín dentro, sabemos que estamos ante algo que nos llena.
Yo consideré Tubular Bells en su día, como algo diferente, algo nuevo, algo que nadie había hecho hasta ese momento. Algo, que quería compartir con la gente que conocía. Pero me solían decir lo mismo: que vaya rollo, que solo dos canciones y son largas, que si aquí no canta nadie... lo mismo de siempre.
Yo me sentía mal claro, porque en ningún sitio me lo querían poner. Asi que, o me aguantaba hasta que llegaba a casa y me lo ponía o cogía mis cascos y me iba por ahí.
Cuando llegó Amarok y el tito Mike puso esa icónica frase de que "esto puede ser perjudicial para las orejas de trapo", entonces lo entendí.
El mundo está lleno de orejas de trapo, amig@s. Gente que dice que le gusta la música y lo que le gustan son las cancioncitas y se acabó.
Bueno, luego está la gente que le gusta eso que dicen que es música; no voy a entrar en detalles, todos sabemos a qué me refiero. Estos no es que sean orejas de trapo, estos... (en los puntos suspensivos, lo digo to, sin decir na...).
Entonces, me sentí orgulloso de saber que a mí sí que me gustaba la música. Y que podía disfrutarla, como otros no podían.
Y que mientras otros se pierden en letras, muchas veces sin ningún tipo ni de chicha ni de limoná, yo me perdía en un riff de Oldfield.
Y cuando me preguntaban, cómo te puede gustar esto, yo le respondía cómo puede no gustarte a ti. A lo que me respondían, que nadie cantaba, que era muy largo, que era instrumental y que la música instrumental no les gustaba... Yo les decía: no te equivoques; a ti no es que no te guste la música instrumental, a ti lo que pasa es que no te gusta la música, te gustan las cancioncitas y se acabó. Nunca podrás disfrutar de la música, yo sí. Así que tú mism@.
Y es que, oldfieldmaniac@s, el mundo está lleno de orejas de trapo; allá ell@s, es su problema.
Besitos.
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