Hace tiempo, escribi esta historia, intentando reivindicar la importancia del sentimiento en estas fechas, por encima del materialismo, que trata de invadirla. La Navidad es sentimiento, felicidad, jolgorio... pero con los seres queridos: familia y amigos y... con nuestros peluches y juguetes...
Espero que os guste. Se llama:
LA MUÑECA DE TRAPO
ME GUSTARIA SABER
SI ALGUIEN LE HA PREGUNTADO
A UNA MUNECA O A UN PELUCHE
LO QUE SIENTE
CUANDO SE LE ABRAZA
JUAN PABLO ESTEBAN CONDE
SI ALGUIEN LE HA PREGUNTADO
A UNA MUNECA O A UN PELUCHE
LO QUE SIENTE
CUANDO SE LE ABRAZA
JUAN PABLO ESTEBAN CONDE
1
Hola. Me llamo Trapita y érase una vez mi historia. La historia de una muñeca que yace en la basura. La historia de una muñeca, que una vez fue querida y que la superficialidad ha tirado como un trapo viejo, donde las bolsas se pudren, hasta que alguien las coge y se las lleva en un camión.
Quizás, a mí también me tiren al camión. Tengo entendido, que te aplastan y te trituran. Al menos, espero que sea rápido. Al menos dejaré de padecer este frío. Al menos, esta pena dejará de traspasarme el corazón.
Yo una vez fui querida. Aun recuerdo, cuando llegué a la casa de Dona. Ella, me abrazó y me sentí feliz. Y luego, me ensebo la casa y, sobre todo puso especial énfasis en su habitación. Me sentó en una silla, mientras sacaba a todas sus muñecas y a todos sus peluches. Me los presentó y jugamos todos juntos, llenos de alegría. Incluso, me ensebó su diario. En él, escribía cosas, que eran secretas. Me pidió, que por favor no las contara a nadie. Me dije, que quien iba a creer a una muñeca que hablara.
Pero, este año, alguien le ha regalado una muñeca que sabe hacer de todo. La verdad es que yo solo sé querer. Dar amor, cariño y querer muchísimo. No sé, si es gran cosa, pero en fin. Soy yo. Y, supongo que el que ofrece lo que tiene no miente. Y yo ofrezco lo que tengo. No tengo más, esa es la verdad. Pero, pienso que el amor que puedo dar no es malo. No merece que lo tiren, de esa manera a la basura. No sé. Me siento confusa. Y triste. Muy triste.
Hace frío. Estoy helada. Como mi corazón, que aquí en la basura, yace triste. El suelo donde yazco es árido duro y frío.
Dona. ¿En qué te hice mal? ¿Es que no te quise lo suficiente? Por favor. Vuelve a mí. Este frío, este dolor y esta pena me están matando. Yo solo necesito amor, cariño y un lugar en el que me quieran. No sé, si pido mucho. Pero, por favor. Si en algún recoveco de tu corazón, aún te queda piedad, por este viejo trozo de trapo... con lágrimas de peluche... te suplico...
...Vuelve...
Quizás, a mí también me tiren al camión. Tengo entendido, que te aplastan y te trituran. Al menos, espero que sea rápido. Al menos dejaré de padecer este frío. Al menos, esta pena dejará de traspasarme el corazón.
Yo una vez fui querida. Aun recuerdo, cuando llegué a la casa de Dona. Ella, me abrazó y me sentí feliz. Y luego, me ensebo la casa y, sobre todo puso especial énfasis en su habitación. Me sentó en una silla, mientras sacaba a todas sus muñecas y a todos sus peluches. Me los presentó y jugamos todos juntos, llenos de alegría. Incluso, me ensebó su diario. En él, escribía cosas, que eran secretas. Me pidió, que por favor no las contara a nadie. Me dije, que quien iba a creer a una muñeca que hablara.
Pero, este año, alguien le ha regalado una muñeca que sabe hacer de todo. La verdad es que yo solo sé querer. Dar amor, cariño y querer muchísimo. No sé, si es gran cosa, pero en fin. Soy yo. Y, supongo que el que ofrece lo que tiene no miente. Y yo ofrezco lo que tengo. No tengo más, esa es la verdad. Pero, pienso que el amor que puedo dar no es malo. No merece que lo tiren, de esa manera a la basura. No sé. Me siento confusa. Y triste. Muy triste.
Hace frío. Estoy helada. Como mi corazón, que aquí en la basura, yace triste. El suelo donde yazco es árido duro y frío.
Dona. ¿En qué te hice mal? ¿Es que no te quise lo suficiente? Por favor. Vuelve a mí. Este frío, este dolor y esta pena me están matando. Yo solo necesito amor, cariño y un lugar en el que me quieran. No sé, si pido mucho. Pero, por favor. Si en algún recoveco de tu corazón, aún te queda piedad, por este viejo trozo de trapo... con lágrimas de peluche... te suplico...
...Vuelve...
2
-Hola. ¿Quién es?
-Hola Trapita, ¿Qué haces aquí? ¿Dónde está Dona?
Miro y veo a Papá Noel. Las lágrimas casi se me han helado, junto con mi cuerpo, pues me he dormido y la noche cada vez es más fría.
-Me ha tirado, por otra muñeca mejor, que sabe hacer de todo.
Papá Noel me mira y, con un gesto de desaprobación, saca una manta y la extiende en el suelo. Me recoge y me pone en ella. A continuación, me arropa con ella, mientras le digo:
-Papá Noel, ¿Qué puedo hacer? Por Favor, llévame a tu casa. Al menos, me podré calentar. Ya que nadie puede aliviar mi pesar. Y aunque ese calor no logre calentar mi corazón, al menos estaré a salvo de las inclemencias de esta noche helada y triste.
Papa Noel me mira y me dice:
-Te voy a poner, aquí en mi saco, junto con todos los regalos. Para que ahí dentro, con la mantita te sientas agusto y calentita. No vamos a mi casa. Pero, confía en mi.
-Hola Trapita, ¿Qué haces aquí? ¿Dónde está Dona?
Miro y veo a Papá Noel. Las lágrimas casi se me han helado, junto con mi cuerpo, pues me he dormido y la noche cada vez es más fría.
-Me ha tirado, por otra muñeca mejor, que sabe hacer de todo.
Papá Noel me mira y, con un gesto de desaprobación, saca una manta y la extiende en el suelo. Me recoge y me pone en ella. A continuación, me arropa con ella, mientras le digo:
-Papá Noel, ¿Qué puedo hacer? Por Favor, llévame a tu casa. Al menos, me podré calentar. Ya que nadie puede aliviar mi pesar. Y aunque ese calor no logre calentar mi corazón, al menos estaré a salvo de las inclemencias de esta noche helada y triste.
Papa Noel me mira y me dice:
-Te voy a poner, aquí en mi saco, junto con todos los regalos. Para que ahí dentro, con la mantita te sientas agusto y calentita. No vamos a mi casa. Pero, confía en mi.
3
-Hola. ¿Dónde estamos? Qué casa tan pobre. Es la humildad ejemplificada. ¿Y quién vive aquí?
-Se llama Caridad. Y es una niña pobre. Sus padres apenas pueden comprarle nada, que no sea viejo y usado. Pero, ella recibe esos regalos, con una alegría inusitada. Yo sé, que ella te querrá. Mira, por ahí llega.
Veo llegar a una niña pecosa y con un vestido algo raído y apolillado. Me ve y...
¿Qué es lo que ven mis ojos? Su sonrisa va de oreja a oreja. Es feliz de verme. Viene hacia mí. Me quiere. Ven aquí, mi niña. Ven aquí. Que esta muñeca, te va a querer más que a nada en este mundo. Ya veras.
En cuanto me abraza, todo el frío se me va. Se me está alegrando el corazón. Me quiere. No sé hacer nada. Solo sé dar amor, cariño y querer muchísimo. Y a Caridad no le importa. No le importa, para nada. Le da un beso, a Papá Noel y me acerca a la mejilla de él, para que le dé otro beso. Que le doy de buena gana, pues me ha salvado la vida.
Me acuesta en su cama. Me arropa y me abraza. No puedo mas de alegría y dicha y rompo a llorar de emoción, como hacen los muñecos. Con todo el corazón lleno de emoción y alegría.
Por fin es Nadal
Por fin es Nadal, otra vez.
-Se llama Caridad. Y es una niña pobre. Sus padres apenas pueden comprarle nada, que no sea viejo y usado. Pero, ella recibe esos regalos, con una alegría inusitada. Yo sé, que ella te querrá. Mira, por ahí llega.
Veo llegar a una niña pecosa y con un vestido algo raído y apolillado. Me ve y...
¿Qué es lo que ven mis ojos? Su sonrisa va de oreja a oreja. Es feliz de verme. Viene hacia mí. Me quiere. Ven aquí, mi niña. Ven aquí. Que esta muñeca, te va a querer más que a nada en este mundo. Ya veras.
En cuanto me abraza, todo el frío se me va. Se me está alegrando el corazón. Me quiere. No sé hacer nada. Solo sé dar amor, cariño y querer muchísimo. Y a Caridad no le importa. No le importa, para nada. Le da un beso, a Papá Noel y me acerca a la mejilla de él, para que le dé otro beso. Que le doy de buena gana, pues me ha salvado la vida.
Me acuesta en su cama. Me arropa y me abraza. No puedo mas de alegría y dicha y rompo a llorar de emoción, como hacen los muñecos. Con todo el corazón lleno de emoción y alegría.
Por fin es Nadal
Por fin es Nadal, otra vez.
¡Qué bonito! La verdad es que los nombres de las niñas pueden dar mucho juego, podría ser que Dona donase sus viejos juguetes a la Iglesia o a cualquier centro de recogida y que Caridad la recibiese...
ResponderEliminarMuy buena...
gracias, la verdad es que es una historia a la que tengo mucho cariño
ResponderEliminarcomo juego si que da
ResponderEliminarotra cosa es que lo haga
en fin tanta gente tira juguetes sin pensar en darlos a quienes no los tienen
a parte de que ese peluche o esa muñeca o ese juguete, tendran un hogar calentito y mucho amor
besitos
Oh Han es preciosoooooo!!!!:D
ResponderEliminarTodo me recordó auna muñeca en concreto que tengo Vicenta se llama,es de trapo tambien, me la regalaron cuando mi madre murió. La tengo desde los 9 años. Tantas veces me la quisieron tirar a la basura y siempre a terminado volviendo a mí jeje. Será que ella quiere estar conmigo?...a mi siempre me hizo mucha compañia.
Ah!!Y si alguien piensa en tirar alguna pasenmela porque la hare amiga de la mia...eso!!
Me ha encantado este post nene :D
gracias Amparillo
ResponderEliminarla verdad es que siempre he sentido que los muñecos tienen lama
y todos los juguetes en general
besitos
jooo me has hecho llorar que cuento mas bonitoooo!!! y muy bien escrito Han...me alegro que encontrara quien la quisiera porque no todos tenemos la misma suerte...besitoss cielo
ResponderEliminargracias Arwen
ResponderEliminarsi la verdad es que Trapita es Trapita, es nuesrt amuñequita de trapo y mola mazo la quiero mucho y Maite tambien la quiere mucho
es un poco triste pero acaba bien
besitos