Esta es una historia, que hace un tiempo escribi. Espero que os guste.
ERIN Y ANAM
No se puede calibrar, el entrañable registro del amor puro y eterno. Nace calibrado, en una simbiosis de sentimiento y paz interior. Y, en eso, quiso nacer, el que a Anam inundó, cuando vio a Erin.
Se podría decir, que en un millón eterno de milenios, no se había visto una sonrisa y una cara tan ilusionada, como la de Anam, Ese color, rosado era iluminado, por esa maravillosa vela: la del amor.
¿Y qué decir, de Erin? En el momento, en el que vio a Anam, pareciese que el ramo de rosas que llevaba en sus dulces manos, se marchitaba, cuando su carita, su ya de por sí, linda carita, hizo caso a los impulsos de su tierno corazón e hizo ver, lo que en él se dictaba: el más puro y maravilloso amor.
Pero, Balaustrat, el malvado mago, quería a Erin, para sí.
Y cuando Balaustrat soltó ese monstruoso hechizo sobre Anam, convirtiéndolo, en un rayo de luz del atardecer, que se desvanecería, con la puesta de sol, que se aproximaba a marchas forzadas, Erin creyó morir. Entonces, sabiendo bien, que si Balaustrat la pillaba, Erin quizás muriese antes, de alguna manera, sucia y ruin, que solo un alma malvada como la del ruin mago pudiera maquinar, pero sabiendo, que si no hacía nada, moriría de todas formas, y ella con él, se internó en el castillo del malvado ser, blandiendo la espada de su padre. Las pocas clases de esgrima, que su hermano Jonás le había dado, hicieron su trabajo, pero no pudo evitar, que una de las espadas de los esbirros de Balaustrat, atravesara, su cuerpo, a la altura de su muslo derecho. De un mandoble, donde la desesperación que sale del amor que puede ser perdido, Erin acabó con la vida del malvado esbirro. Cojeando, se internó, por fin en el castillo. Y entró en el laboratorio de Balaustrat, donde el malvado mago, se regocijaba, ante su inminente triunfo.
Erin irrumpió cojeante en la estancia:
-¡Maldito ser! No me importa morir, si con eso he de vengar, la cada vez más próxima muerte de mi amado Anam. Aunque te juro, que te llevaré por delante, arrastrándote conmigo, a la muerte.
Balaustrat saltó exaltado, poniéndose en pie, cogido por sorpresa. Vio a Erin blandiendo una espada, y por un momento se asustó. Pero, al ver la herida de Erin que no dejaba de sangrar, se tranquilizó.
-Mi guardia vendrá pronto y acabará contigo, a no ser que quieras recapacitar y entregarte, a mi.
-¡Nunca! –tronó Erin-. Antes moriré, que traicionar el amor de mi Anam.
Balaustrat rió, con ganas, y su risa tronó en toda la estancia.
-¡El amor de tu Anam! ¡Tu Anam es solo un rayo de luz, con solo unos segundos de vida. Resulta patético, ese sentimiento tuyo. Conmigo en cambio, tendrías poder.
Erin apuntó a Balaustrat, con su espada y dijo:
-Cuando eso ocurra, acabaré contigo, o moriré en el intento. Pues prefiero estar con mi Anam en la muerte, que contigo en la vida.
El malvado mago miró, con rabia a Erin y escuchó el ruido de pisadas, metálicas en el suelo, cada vez más próximas. Entonces, miró por la ventana y vio algo, que le satisfizo sobremanera.
-Mira, Erin. Parece que se va a poner el sol. Y la guardia ya viene.
Erin miró por la ventana y vio, como el solo se ponía, comenzando a esconderse en el horizonte. Su rostro se convirtió en un rictus de terror y una pena enorme, comenzó a partirle en un millón eterno de milenios, su corazón y su alma. Ese millón eterno de milenios de años, en los que no se había visto una sensación de amor, como la de la joven pareja.
La guardia hizo aparición en al estancia. Los guardias que Erin, no había conseguido matar.
Pero, Erin estaba mirando, por la ventana del laboratorio de Balaustrat.
Entonces, un rayo de luz, se le asemejó distinto de los demás. Tenía un color algo más rojizo que los demás. Nació, brilló, por unos segundos y… Mientras Erin, comenzaba, entre lágrimas del más puro y descarnado dolor, a decir adiós a su amor, el rayo , en vez e desaparecer, cambió de dirección y se dirigió al laboratorio de Balaustrat y entró por la ventana. Dirigiéndose a Balaustrat, lo atravesó, por completo y se dirigió después, a Erin.
La joven, no sabía qué hacer. Apenas creía lo que estaba pasando. Algo le dijo, que era Erin. No podía ser de otra manera. Así que se estuvo quieta. Y cuando el rayo llegó hasta ella, la levantó y se la llevó, por la ventana.
Balaustrat, antes de morir, pudo ver, como se la llevaba.
-¡¡Nooooo!! –gritó el malvado. Se arrastró, como pudo a la ventana y pudo ver, como Erin se había transformado, también en un rayo, y ambos habían descrito trayectorias opuestas y se dirigían, el uno hacia el otro, para chocar. Cosa que hicieron y desaparecieron.
Balaustrat pensaba, que habían muerto ambos. Entonces, sintió rabia, por no poder tener a Erin, pero alegría, porque al menos Anam había muerto también.
Entonces, oyó voces en el suelo. Eran voces de jolgorio. Se asomó y vio a dos figuras en la distancia, que se abrazaban felices, dándose el mayor de los besos de amor del mundo. En un millón eterno de milenios, nadie se había besado así.
Antes de expirar, Balaustrat pudo ver, como su derrota era total.
Y Balaustrat murió.
Y en la lejanía, Erin le preguntaba a Anam:
-Qué ha pasado?
Entonces, el joven Anam, miró a su amada y dijo, acariciando sus dulces cabellos:
-La magia de Balaustrat era demasiado oscura, para poder utilizar algo tan bello, como el atardecer, para sus ruines fines. No me digas, como lo supe. Simplemente ocurrió. Yo era un rayo de luz y actuaba como tal.
Erin miró su muslo y vio, que estaba curado. Luego miró, a su amado y dijo, poniendo uno de sus dulces dedos en sus labios:
-No importa, amado mío. Estamos de nuevo juntos. Y ahora nadie se interpondrá entre nosotros.
Y se besaron, mejorando aún más si cabía, el beso anterior.
FIN
No se puede calibrar, el entrañable registro del amor puro y eterno. Nace calibrado, en una simbiosis de sentimiento y paz interior. Y, en eso, quiso nacer, el que a Anam inundó, cuando vio a Erin.
Se podría decir, que en un millón eterno de milenios, no se había visto una sonrisa y una cara tan ilusionada, como la de Anam, Ese color, rosado era iluminado, por esa maravillosa vela: la del amor.
¿Y qué decir, de Erin? En el momento, en el que vio a Anam, pareciese que el ramo de rosas que llevaba en sus dulces manos, se marchitaba, cuando su carita, su ya de por sí, linda carita, hizo caso a los impulsos de su tierno corazón e hizo ver, lo que en él se dictaba: el más puro y maravilloso amor.
Pero, Balaustrat, el malvado mago, quería a Erin, para sí.
Y cuando Balaustrat soltó ese monstruoso hechizo sobre Anam, convirtiéndolo, en un rayo de luz del atardecer, que se desvanecería, con la puesta de sol, que se aproximaba a marchas forzadas, Erin creyó morir. Entonces, sabiendo bien, que si Balaustrat la pillaba, Erin quizás muriese antes, de alguna manera, sucia y ruin, que solo un alma malvada como la del ruin mago pudiera maquinar, pero sabiendo, que si no hacía nada, moriría de todas formas, y ella con él, se internó en el castillo del malvado ser, blandiendo la espada de su padre. Las pocas clases de esgrima, que su hermano Jonás le había dado, hicieron su trabajo, pero no pudo evitar, que una de las espadas de los esbirros de Balaustrat, atravesara, su cuerpo, a la altura de su muslo derecho. De un mandoble, donde la desesperación que sale del amor que puede ser perdido, Erin acabó con la vida del malvado esbirro. Cojeando, se internó, por fin en el castillo. Y entró en el laboratorio de Balaustrat, donde el malvado mago, se regocijaba, ante su inminente triunfo.
Erin irrumpió cojeante en la estancia:
-¡Maldito ser! No me importa morir, si con eso he de vengar, la cada vez más próxima muerte de mi amado Anam. Aunque te juro, que te llevaré por delante, arrastrándote conmigo, a la muerte.
Balaustrat saltó exaltado, poniéndose en pie, cogido por sorpresa. Vio a Erin blandiendo una espada, y por un momento se asustó. Pero, al ver la herida de Erin que no dejaba de sangrar, se tranquilizó.
-Mi guardia vendrá pronto y acabará contigo, a no ser que quieras recapacitar y entregarte, a mi.
-¡Nunca! –tronó Erin-. Antes moriré, que traicionar el amor de mi Anam.
Balaustrat rió, con ganas, y su risa tronó en toda la estancia.
-¡El amor de tu Anam! ¡Tu Anam es solo un rayo de luz, con solo unos segundos de vida. Resulta patético, ese sentimiento tuyo. Conmigo en cambio, tendrías poder.
Erin apuntó a Balaustrat, con su espada y dijo:
-Cuando eso ocurra, acabaré contigo, o moriré en el intento. Pues prefiero estar con mi Anam en la muerte, que contigo en la vida.
El malvado mago miró, con rabia a Erin y escuchó el ruido de pisadas, metálicas en el suelo, cada vez más próximas. Entonces, miró por la ventana y vio algo, que le satisfizo sobremanera.
-Mira, Erin. Parece que se va a poner el sol. Y la guardia ya viene.
Erin miró por la ventana y vio, como el solo se ponía, comenzando a esconderse en el horizonte. Su rostro se convirtió en un rictus de terror y una pena enorme, comenzó a partirle en un millón eterno de milenios, su corazón y su alma. Ese millón eterno de milenios de años, en los que no se había visto una sensación de amor, como la de la joven pareja.
La guardia hizo aparición en al estancia. Los guardias que Erin, no había conseguido matar.
Pero, Erin estaba mirando, por la ventana del laboratorio de Balaustrat.
Entonces, un rayo de luz, se le asemejó distinto de los demás. Tenía un color algo más rojizo que los demás. Nació, brilló, por unos segundos y… Mientras Erin, comenzaba, entre lágrimas del más puro y descarnado dolor, a decir adiós a su amor, el rayo , en vez e desaparecer, cambió de dirección y se dirigió al laboratorio de Balaustrat y entró por la ventana. Dirigiéndose a Balaustrat, lo atravesó, por completo y se dirigió después, a Erin.
La joven, no sabía qué hacer. Apenas creía lo que estaba pasando. Algo le dijo, que era Erin. No podía ser de otra manera. Así que se estuvo quieta. Y cuando el rayo llegó hasta ella, la levantó y se la llevó, por la ventana.
Balaustrat, antes de morir, pudo ver, como se la llevaba.
-¡¡Nooooo!! –gritó el malvado. Se arrastró, como pudo a la ventana y pudo ver, como Erin se había transformado, también en un rayo, y ambos habían descrito trayectorias opuestas y se dirigían, el uno hacia el otro, para chocar. Cosa que hicieron y desaparecieron.
Balaustrat pensaba, que habían muerto ambos. Entonces, sintió rabia, por no poder tener a Erin, pero alegría, porque al menos Anam había muerto también.
Entonces, oyó voces en el suelo. Eran voces de jolgorio. Se asomó y vio a dos figuras en la distancia, que se abrazaban felices, dándose el mayor de los besos de amor del mundo. En un millón eterno de milenios, nadie se había besado así.
Antes de expirar, Balaustrat pudo ver, como su derrota era total.
Y Balaustrat murió.
Y en la lejanía, Erin le preguntaba a Anam:
-Qué ha pasado?
Entonces, el joven Anam, miró a su amada y dijo, acariciando sus dulces cabellos:
-La magia de Balaustrat era demasiado oscura, para poder utilizar algo tan bello, como el atardecer, para sus ruines fines. No me digas, como lo supe. Simplemente ocurrió. Yo era un rayo de luz y actuaba como tal.
Erin miró su muslo y vio, que estaba curado. Luego miró, a su amado y dijo, poniendo uno de sus dulces dedos en sus labios:
-No importa, amado mío. Estamos de nuevo juntos. Y ahora nadie se interpondrá entre nosotros.
Y se besaron, mejorando aún más si cabía, el beso anterior.
FIN
Muy bien !!!
ResponderEliminarVer photrom.fr
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es tu blog?
ResponderEliminarOH OH OH!!!! Que bonita! Es tan dulce y a la vez profunda, tierna y fuerte! Con tan poco tiempo y pocos personajes as creado una parte de la historia preciosa! Además, tiene mucha fuerza, es oh, sin palabras.
ResponderEliminarMe encanta lo de del az de luz, es una imágen preciosa.
(Aun me río con lo del Han Solo y el Manolo escobar).
gracias, de nuevo
ResponderEliminarme alegra que te guste
mira, siempre que estes triste y no estes al lado de tu ordenata, te acuerdas el Hanolo Escobar y del Chewbaquilla qeu le toca la guitarra y seguro que se te alegra la vida
imaginate que en vez de "Mi carro", cantan "Mi nave".
Mi naaavee me la robaaaaroooon, estandoo yo en al cantiinaaaaaa
mi naaaaaaaaaveeee me la robaaron
bebiendoooo con Chewbaquiiiiilaaaaa
¿Dónde estará mi naavee, Dónde estará mi naavee, Dónde estará mi naavee, Dónde estará mi naavee, etc.