Hola, soy el Caballero de Sirio...
Cuando uno va a ver una nueva entrega de Scream, va con ganas de pasarlo bien; va con ganas de ver hachazos, cuchilladas, disparos, por qué no. En fin, una retahíla de crímenes y asesinatos como un slasher puede ofrecerte. En este caso de la mano de Ghostface.
Decían que era la más violenta y oscura de la saga, y no mentían.
Algunos de los más bestias crímenes de toda la saga de Scream, se dan cita en esta entrega.
Eso sí también ha sido divertida, una de las cosas que hacen brillar a Scream.
Y el regreso de... ¡tachaaaaaaan! Hayden Panettiere.
Con unos cuantos añitos más, pero si no fuera por la delgadez de cintura para abajo... porque, joder, vaya dos poderosa razones... ¡que coño vaya par de tetas!
Y que sigue comiendo la cámara, joder. Una actriz de los pies a la cabeza.
El comienzo, desconcertante. Es que no quiero entrar en spoilers. Aunque ciertamente previsible después de ese desconcierto. Pero vamos, me ha gustado aunque sea por esa novedad desconcertante.
Y las escenas en el metro son cojonudas las cosas como son.
Y ese supermercado...
Y ese brillante final como todos los de la saga, donde siempre se da una vuelta más a la tuerca, donde se riza una vez más el rizo y donde la violencia brilla por doquier, en todo su esplendor.
Y... tantas cosas...
Aunque nos ha faltado Sydney, Neve Campbell; pero bueno también va siendo hora de que se tome un descansito de Ghostface, que se lo ha ganado.
Uno de los grandes títulos de terror y en general, de este año sin ninguna duda, y una entrega más que digna de la saga Scream. Aunque la verdad, todavía no hay ninguna que no me haya gustado.
Y es que lo mejor de Ghostface, es que no puede morir, porque cualquiera que esté dispuesta a cometer la locura de tomar el testigo, logrará que vuelva a repartir cuchilladas y lo que pille, a diestro y siniestro, para regocijo y orgasmo de nosotros, sus fans.
Ah, y recordad: No contestéis el teléfono...
Buena luna, criaturas de la noche.
Brutal
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