El suave encanto del recuerdo, se fue paseando por mi corazón y mi alma, hasta hacerme sonreír, e incluso echar unas lagrimillas de emoción y nostalgia.
Había vuelto.
Y mi mujer se marcó el tanto, bendita sea, de invitarme.
Lo primero en lo que montamos, fue en algo de agua: Los Fiordos. Era como una montaña rusa de agua, pero con un pequeño recorrido y una bajada, eso si, alucinante, que nos chopó hasta arriba, aterrizando como las lanchas, de Corrupción en Miami.
La segunda parada, fue Los Rápidos, aunque no pudimos montar, pues se había estropeado y estaba en reparación.
¡Pero si acaba de abrir el Parque, hombre.!
En fin, menos mal que luego pudimos subir.
Nos fuimos entonces, a La Lanzadera.
Mira, que tenía yo ganas a La Lanzadera. No había montado nunca, así que me arme de valor y me subí. Al final, de este post tenéis, la gradación que me hizo mi mujer. Ella se quedo abajo, pues estas cosas, como que no le van mucho.
Y allá que me fui yo. Madre mía. ¡Qué vértigo! ¡Qué impresión! Aunque, la verdad, es que es mas impresión que vértigo.
Fuimos a un cine en 4d, es decir en 3d, pero con cosas que pasan en la sala, por ejemplo: te echan agua, las luces adquieren el color de la película...
Mas adelante, vi algo que me lleno de un montón de recuerdos: una vagoneta de la mítica montaña rusa, Siete Picos. Me tuve que hacer una foto.
Nostalgia obligaba.
Montamos en muchas cosas, recuerdo que mientras comíamos sentados en el césped de un parquecito, miraba una montaña rusa llamada "Tornado". Luego os hablare de ella, porque quería que fuese uno de mis retos.
¡Peaso montaña rusa, tú!
Pero, después de comer me esperaba El Viejo Monasterio.
La clásica atracción, en la que entras despacito y casi, con retintín y sales escopetao, como alma que lleva el diablo. Vamos, el clásico caserón viejales, lleno de monstruos que encuentras mientras caminas. Mi mujer me regaló, hasta una camiseta y todo Me puse caprichosillo y...
La verdad, es que fue alucinante ver de nuevo el parque y recordar todos esos rincones.
Vimos el Parque en una atracción nueva llamada El Zeppelin. Era un paseo por alto, a lo largo de todo el parque. Fue maravilloso.
Entonces llego la montaña rusa de El Tornado. Con tres loopings (dos clásicos y uno, como digo yo, a la remanguillé y un minuto y diez segundos de recorrido (mas o menos), se presentaba trepidante. Encima, era de las que ibas colgando. Alucinante.l Nunca había montado en una así. Y me encantó. Vaya si me encanto. Como que repetí. Dos veces monté.
Unos coches antiguos, que te llevaban, aunque daba la sensación de que los llevabas tú, fue otro de mis grandes recuerdos. No montaba en ellos, desde yo que se cuanto. Ahí es donde uno entiende a la perfección eso de, disfrutar como un nano.
La noria era parada obligada. Una atracción histórica, como la que mas. No sera muy grande, pero es la noria de mi niñez y mi adolescencia. Y eso, significa, que es la mas grande de todas. Ahí que nos montamos mi mujer y yo, en una barca para nosotros solos, en un romántico paseo de subidas y bajadas.
Ahora, eso si. Si hay algo que agradezco a los del Parque de Atracciones de Madrid, es que continúe funcionando, la niña de mis ojos de las atracciones: La Pérgola. Un tiovivo, a la vieja usanza, con vals incluido. Caballitos, todo tipo e animales, carrozas,. barcas, góndolas, coches, vehículos. Tan vieja y entrañable como siempre. Se me hizo un nudo en el alma de tantos y tantos recuerdos y cuando monté con mi mujer, fue sencillamente alucinante, poder compartir con ella esa atracción que tantos recuerdos me trae.
Montamos en mas cosas, que me traían buenísimos recuerdos, como el Cóndor (que ahora se llama Ave Fénix, pero que para mi, seguirá siendo siempre El Cóndor); La Reina de África (El Barco Mississippi, para los amigos), que es una especie de recorrido, donde el suelo cambia y te diviertes mucho caminando como puedes, casi a oscuras y con escasas luces de neón; La Selva , viaje en barca relajado viendo una selva; Viaje de Fantasía, viaje igual que la selva pero por lugares de fantasía...
En fin, algo maravilloso. Lleno de recuerdos. Un día, para recordar y enmarcar.
Besitos
Hace un montón que no voy, y eso que durante años he vivido al lado. Pero chico, qué quieres, tengo un vértigo que no soy capaz de montarme en nada.
ResponderEliminarMuchos besos
ya te digo Han que divertido, yo voy al menos una vez al año, me encanta, aunque no monto en tantas cosas por mi vertigo, me parece un pasito a la infancia que no debemos de olvidar, qeu bonito....Besitos Maite y Han.
ResponderEliminarBufff yo hace muchísimo que no visito un parque de estos, y eso que el de mi ciudad lo han modernizado y no está mal. Tendré que hacerme una escapadita para recordar viejos tiempos.
ResponderEliminarDescribiendo así el parque me han entrado ganas de ir!! lo malo que me coge un poco lejos! jeje.
ResponderEliminarUn saludo!
hola Samantha coge vuelos de Ryanair, que estan baratitos
ResponderEliminarHola Vane, tegustaría te lo aseguro
besitos
Lo cierto es que tan solo por disfrutar del encanto del antiguo carrusel,merece la pena acercarse.
ResponderEliminarFelicidades por acercarnos este lugar magico de la capital de una manera tan amena.
Gracias
Eliminargracias a vosotros
ResponderEliminary gracias por tu comentario del carrousel
mi magica y entrañable Pergola
besitos
Pues me encantan esos sitios para mi son mágicos porque su atmósfera es de alegría y muchas risas...nosotros nos conocemos todos los parques temáticos y ese parque nos falta por ver jejeje
ResponderEliminarespero amigos míos que esteis bien y no tengáis la temida gripe que hemos pasado por aquí...que no se nos va del todo, tengo muchas ganas de que vengáis por aquí, a ver si nos recuperamos y nos comemos una buena paella en mi casa, os quiero a los dosssss, besazossssssss