Quien sabe si las hadas y los elfos han construido una ciudad bajo las aguas.
Quizás la luna les regala, a su vez sus rayos, para jugar con su magia lumínica y, con ello, crear esa luz, con que alumbrar a los viajeros en la noche.
Quien sabe si la noche juega, con la pasión de dos enamorados, que se besan, mientras les alumbra esa luz y, descubren, sus cuerpos y... su amor...
Lugar escondido, entre malezas y vegetación... Una cascada nos conduce a un reino, probablemente olvidado hace tiempo. Un castillo, presumiblemete de alguna raza de seres fantásticos. El misterio de su historia escapa, a nuestro conocimiento. Entre pequeños riachuelos, formados por las pequeñas caratas que por doquier caen, al fondo se divisa una escalera. Vieja y algo herrumbrosa, nos lleva a unos arcos que adornan la entrada a su interior.
Dejad escapar a vuestra imaginación. Es, como un niño pequeño... quiere jugar... quiere ir dentro...
¿Vosotros no?
Hola!! que guay visitar Disneyland... sea cual sea la época del año... pero es que en Navidad parece como si la magia se multiplicase por 10!! jejej
ResponderEliminarUn saludoooo! ;)
fijate que el primer dia de los dos que estuvimos alli nos llovio (craso error de Disney hacerlo en Francia y no en Alicante), pero daba igual porque era como cuando llueve en las pelis de Disney
ResponderEliminarbesos
Pues Claro para dentro que me voy y mas si me acompañas...preciosas imagenes y acompañadas de un dulce relato...me gusto mucho, un abrazo cielo
ResponderEliminarLa imagen de abajo la tuve puesta yo de fondo en mi ordenador por un monton de dias, es una de las imagenes mas fantasticas que e tenido, de verdad que la imaginacion se va en un escenario como este, que bien que hayas pensado lo mismo que yo. Besos mi Han ...nunca "Solo". jeje muakks
ResponderEliminarVaya, Han, esta entrada se parece mucho a una que escribí yo.
ResponderEliminarMira, échale un vistazo:
http://reysagrado.blogspot.com/2009/06/el-bosque-sagrado.html