Hola, soy el Caballero de Sirio...
Entre las cortinas de la logia oscura, la violación demoníaca de una muchacha y su definitiva caída a los infiernos, Twin Peaks: Fuego camina conmigo resulta una apetecible pecado nada culpable.
Por fin pude ver cumplido otro de mis sueños cinefilos: disfrutar de esta película de culto en cine, en pantalla grande.
Y es que es una apostilla de lujo para una serie que es una auténtica puta obra maestra.
El momento del asesinato de Laura Palmer me sigue pareciendo un dantesco y aterrador orgasmo cinefilo.
Siempre ha sido y siempre será un gran recuerdo analógico.
Solo me chirría lo del ángel.
Lynch ha quedado como uno de los directores más innovadores de la historia del séptimo arte; y esto no lo digo yo.
No hay más que ver su filmografía para aceptarlo como tal.
Quizá no todo lo que haya hecho me haya gustado, pero puedo decir que cuando he conectado con su obra lo he flipado en colores.
A ver si puedo conseguir entrada para Cabeza borradora, puesto que ya tengo para Terciopelo azul.
El homenaje a Lynch continúa...
Buena luna, criaturas de la noche...
No hay comentarios:
Publicar un comentario