Hola, castizos.
La luna es lo que tiene, que te rememora a tu niñez.
Ese metro de los 70.
Yo me ponía apoyado en la puerta, y miraba por el hueco que había. Así podía mirar cómo pasaba el vagón por el túnel, y cómo llegaba a la estación, y entrabamos en ella.
Lo echo de menos.
Serán cosas de gatos.
Besitos.
A mi me encantaban los asientos individuales, de madera, uno frente a otro, junto a la ventanilla. Y, si estaban todos ocupados, me gustaba meterme y quedarme de pie, en un apartado semicircular que había, donde, aún más antiguamente, se colocaban los "señores revisores"... Qué recuerdos!!!!!!! Como tú dices, será cosa de gatos....
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