Hay fiestas y fiestas.
Hay fiestas simplonas y fiestas que dicen que lo son, pero que se quedan en un quiero y no puedo.
Y hay fiestas que son arte, y arte que son fiestas.
Las Fallas convierten su doctrina fiestera en un arte. Su estructura en obra maestra. Su sentimiento en emocionada escultura. Y no solo, por los monumentos, sino por su completa y absoluta estructura.
Por lo que las Fallas, puede decirse, que son fiesta de arte y arte de fiesta
La emoción de las falleras, cuando encienden la ultima mascletá, cuando se quema su falla... es emoción de verdad, de esa que contagia, de esa que hace que unas lagrimillas se te escapen...
La emoción de las falleras y falleros, en la ofrenda a la Mare de Déu dels Desamparats es de las que deja huella...
Y es que un arte sin emoción no es arte...
Habrá quien no guste de estas fiestas, opiniones hay para todos los gustos, pero (y esta es mi opinión), no saben sentir. No saben emocionarse. No saben elogiar la belleza, el sentimiento, la emoción.
Fiesta de arte y arte de fiesta.
Eso es las Fallas.
Besitos falleros.
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