Ven y charlaremos.
Charlaremos de nuestra sana locura. De esa locura, que nos hace ser niños, siempre que queremos. De esa sana locura que nos permite disfrutar de la Navidad.
Y charlaremos también, de lo poco que nos importa la gente que trata de jodernos la Navidad. De esa gente, que se cree por encima del bien y del mal, y que a base de gritos, irrespetuosos libertinajes y de estúpidas autoproclamaciones maduras (o eso creen ellos) tratan de aguar la fiesta, a quien de verdad la siente dentro de si.
Estamos sanamente locos.
Y al que no le guste, es su puto problema.
Besitos.
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